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ENVEJECIMIENTO CUTANEO
La esperanza de vida ha sufrido un incremento importante en este siglo, por lo que la población de personas mayores de 60 años se ha visto sensiblemente aumentada, esto unido al interés de la población en general por el aspecto estético hace que se produzca una demanda de productos y técnicas encaminados a mantener el aspecto joven el mayor tiempo posible, es decir, el objetivo es conseguir una edad aparente retrasada respecto a la real. El proceso de envejecimiento puede definirse como el conjunto de cambios fisiológicos que acontecen con el paso de los años, influenciado por factores internos (enfermedades, estres, herencia, etc.) y factores externos (sol, viento, humedad, frío, etc.). El envejecimiento cutáneo se detecta a simple vista, con la aparición de arrugas, flacidez, sequedad, transparencia de la piel y lesiones cutáneas características (queratosis actínica, verrugas seborréicas, etc...). También a nivel histológico se observa un envejecimiento de las células del tejido, los fibroblastos reducen su capacidad de duplicarse, de producir colágeno, elastina, glicosaminoglicanos y proteoglicanos. La circulación periférica sufre una deficiencia al envejecer ocasionando una disminución en el aporte de principios nutrientes y un incremento de metabolitos tóxicos, lo cual afecta también negativamente al fibroblasto.
TEORIAS DEL ENVEJECIMIENTO
 Tratando de explicar la involución del ser humano se han propuesto numerosas teorías. Analizaremos las más conocidas: La teoría genética que básicamente defiende la existencia de mutaciones en los cromosomas o material genético de la célula, por lo que el funcionamiento celular será insuficiente, dando lugar al envejecimiento. La teoría de los errores metabólicos acumulados, según la cual, al envejecer, se produciría acumulación de moléculas anómalas que comprometen el funcionamiento celular, el organismo sufriría un desgaste progresivo por sumación de esfuerzos. En contraposición, hoy en día se manejan otras ideas que tratan de enfocar el problema de forma más optimista, por ejemplo la teoría de los radicales libres, estos contribuirían al envejecimiento lesionando progresivamente las membranas celulares e interaccionando con proteínas celulares, impidiendo, de este modo, que desarrollen su papel estructural o funcional. Esta teoría establece que las alteraciones degenerativas que ocurren en la edad avanzada se deben al acúmulo en el organismo de productos químicos tóxicos conocidos como radicales libres (oxidrilo, hidroxiperóxido) que también pueden actuar como agentes de eslabón cruzado. La producción de radicales libres en la piel, siguiendo la exposición ultravioleta, es bien conocida.
Ultimamente la teoría inmunitaria del envejecimiento ha despertado gran interés. Como muchos sistemas orgánicos, el sistema inmunitario también sufre modificaciones con el paso de los años, éstas pueden desempeñar un papel destacado en la patogenia de la involución. Poca duda existe acerca de que la inmunidad es muy importante en las mutaciones celulares inducidas por la luz. Con la edad, las exposiciones a la luz ultravioleta se repiten, produciendo un daño cutáneo, existiendo una disminución de linfocitos T, lo que produce una menor habilidad para reconocer y destruir las células anormales condicionadas por la radiación solar.
CAMBIOS HISTOLOGICOS
Para entender mejor los diversos cambios producidos en la piel senil, veremos estas modificaciones en las diferentes capas de la dermis. La dermis está formada por una matriz de tejido conectivo laxo en la que encontramos pocas células y gran cantidad de fibras elásticas de colágeno y de reticulina. La dermis es la encargada de conferir a la piel las propiedades mecánicas de elasticidad y turgencia y por lo tanto esto va a depender del entramado formado de fibras de colágeno, elásticas, células y sustancia fundamental.
Las fibras de colágeno están formadas por una proteína fibrosa agrupada en haces, proporcionando turgencia y resistencia a la piel, con los años se vuelven frágiles y de menor diámetro disminuyendo la solubilidad del colágeno. Las fibras elásticas confieren elasticidad, están constituidas principalmente por una proteína insoluble homogenea no fibrilar: la elastina. Las fibras elásticas se desorganizan, aparecen microfibrillas a su alrededor e interior llevando a un progresivo deterioro.
Las fibras de colágeno y las fibras elásticas están íntimamente ligadas entre ellas, formando una unidad. Es este conjunto el que confiere a la piel turgencia y resistencia.
A partir de la tercera década de la vida y más en áreas expuestas a la luz solar, se observan cambios progresivos histológicos que se caracterizan por una desaparición de las fibras de colágeno y elásticas a nivel de la dermis papilar y una rarefacción y alteración estructural a nivel de la dermis reticular, dando lugar a un material amorfo que se va acumulando con la edad.
La sustancia fundamental en la que se hallan las fibras de la dermis se ve sometida a una disminución de su capacidad de fijación del agua, lo que conduce a la sequedad cutánea.
El volumen de las glándulas sebáceas aumenta pero su cinética disminuye existiendo una clara disminución en su producción de sebo. Esta pobreza de secreción sebácea con la pérdida de agua, produce la disminución de la película hidrolipídica, protector natural de la piel, lo que conlleva al aspecto senil.
CARACTERISTICAS GENERALES DE LA PIEL SENIL
En la mayoría de los seres humanos la piel, a diferencia de otros órganos, no involuciona armónicamente y regularmente debido a la influencia que la intemperie (sol, frío, viento, humedad, etc.) ejerce sobre las áreas expuestas. Estas modificaciones, condicionadas fundamentalmente por las radiaciones ultravioletas, explican las notables diferencias que pueden existir entre las zonas descubiertas y cubiertas del mismo individuo. La piel involutiva de las regiones ocultas habitualmente por los vestidos, se caracteriza por un grado variable de adelgazamiento y sequedad. Las arrugas se hallan condicionadas por modificaciones biológicas de los tejidos.
A diferencia del color rosado sano y vigoroso de la piel normal, la piel senil se halla seca, fina, descamativa y de coloración cerea, si se le pellizca no recobra rápidamente su posición anterior sino que queda un rato fláccida y plegada.
Como hemos visto, estos cambios objetivos, son debidos a alteraciones de la epidermis y dermis, junto con una disminución de la mitosis celulares y el aumento de la descamación celular. Todo ello contribuye a producir una epidermis adelgazada que se traduce en un aspecto de piel fina y transparente. Este adelgazamiento conlleva menos capas celulares con mayor facilidad para los traumatismos, y los trastornos en la maduración celular, lo que dará lesiones degenerativas.
Estas alteraciones hace que aumente su permeabilidad, por lo que la función barrera de protección queda disminuida, así como disminuye la inmunidad, lo que hace que la respuesta inflamatoria esté modificada y exista una mayor sensibilidad a los estímulos externos, tardando más en los procesos de cicatrización. También disminuye el pH siendo la acidez cutánea lo que ofrece también menor resistencia a los álcalis.
Las arrugas se hallan condicionadas por modificaciones biológicas de los tejidos, fundamentalmente como hemos dicho, a las alteraciones producidas a nivel de las estructuras de colágeno.
Los surcos y pliegues, son consecuencia de la mímica, y se originan fundamentalmente por la contracción exagerada de los músculos cutáneos superficiales.
Las arrugas es la alteración que más se asocia con el envejecimiento cutáneo, son la expresión objetiva más precoz de la senectud, siendo una preocupación de índole estética, que más demanda de cremas y técnicas reclama al mercado.
La arruga es la manifestación de la pérdida de elasticidad y de la facultad de recuperación tras la aplicación de una fuerza deformante, o sea, es la pérdida de propiedades mecánicas de la piel. Primero hay un aumento de los pliegues naturales y algunas arrugas transversales en la frente, pronto aparecen finas arrugas que divergen hacia afuera desde el canto externo de los párpados, que son más manifiestas al sonreír. Estos surcos o arrugas finas se van intensificando y profundizando, desplazando las mejillas hacia abajo con una reducción del paniculo adiposo, lo cual se evidencia con un aplanamiento de la prominencia malar. En los ojos la caída de piel del párpado superior y bolsas en párpados inferiores es lo que proporciona el aspecto de cansancio y senectud, siendo esto más evidente en personas con tendencia familiar.
Más tarde, alrededor de la boca aparecen arrugas acompañadas de una importante pérdida de tejido subcutáneo.
En el cuello se observan surcos transversales y líneas verticales, con la aparición del «doble cuello», producida por acumulación del tejido celular subcutáneo y favorecido por la distensión de la piel en esta zona.
En la nuca se producen surcos que dibujan figuras geométricas dando lugar al llamado cutis romboidal.
La piel senil presenta manchas hiperpigmentadas en zonas expuestas y a menudo lesiones características conocidas con el nombre de lentigo senil o actínico. También formaciones névicas de tipos rubíes o fribromas péndulos que se localizan a nivel del cuello y zona del escote. Otras formaciones traslúcidas y elementos tumorales rodeados de grandes comedones (quiste y comedones) se localizan preferentemente en región temporal. Todas estas lesiones están condicionadas por la intensa modificación que sufren las estructuras colágenas de la dermis provocada por la acción de los ultravioletas.
En ciertas personas aparecen unos elementos amarillentos de superficie lisa y umbilicada de tamaño variable llamados adenomas sebáceos seniles. También a nivel de los párpados superiores suelen desarrollarse las formaciones amarillentas conocidas como xantelasmas.
Mientras en el sexo masculino se nota un disminución progresiva del cabello, en la mujer aparece hirsutismo a nivel del labio superior y en el mentón. En el varón también se manifiesta un crecimiento del pelo en el conducto auditivo externo.
El pelo presenta una disminución en la elasticidad y en su resistencia, el encanecimiento se inicia habitualmente en la región temporal y el ritmo es distinto para cada persona, el blanqueo puede ser total o parcial, lo que condiciona a distintos tipos de canicie.
La piel senil tarda más en curar que la de los jóvenes y la dermatosis suelen durar más tiempo.
La piel senil no se adapta como la joven a las variaciones de temperatura, es más baja debida al déficit circulatorio. Esta disminución de la tolerancia al frío y al calor se explica por la menor irrigación sanguínea a nivel cutáneo y porque los vasos son menos capaces de contraerse y dilatarse. También existe una desaparición parcial de capilares, una disminución en la secreción sudoral, la pérdida de elasticidad de la piel y la mayor sequedad la hace menor conductora del calor.
La fuerza tensil (su resistencia a la rotura) se incrementa por las modificaciones del colágeno, la elasticidad disminuye por la disminución y la alteración de fibras elásticas.
En la senectud disminuye el consumo de oxígeno y la eliminación de anhídrido carbónico a través de la piel.
La secreción sebácea se modifica, disminuye la actividad glandular con disminución del sebo y del manto hidrolipídico dando lugar a la piel seca, la hiperpiasia de las glándulas sebáceas se manifiesta como puntos negros o comedones dilatados en sienes, mentón y nariz. La concentración de colesterol disminuye, mientras que la de escualeno aumenta.
TRATAMIENTO DE LA PIEL SENIL
El tratamiento de la involución cutánea comprende la aplicación de un conjunto de medidas preventivas y de procedimientos, clínicos o quirúrgicos, de acción paliativa, complementados por métodos cosméticos.
El tratamiento preventivo implica conseguir que el individuo conserve el peso adecuado para su altura, edad, y actividad física. La alimentación tiene que ser equilibrada conteniendo suficientes proteínas, que por lo general escasean en la dieta. De la persona de edad, evitando un exceso de hidratos de carbono. El exceso de peso debe corregirse con regímenes adecuados que obtengan una reducción ponderal suave, pero segura y progresiva, evitando los descensos bruscos.
Protección frente a los factores climáticos, es decir, frío y viento, especialmente la protección del sol resulta fundamental. La involución cutánea se acelera en los climas secos, ventosos y muy soleados.
La piel senescente se detecta a simple vista, con la aparición de arrugas, flacidez, sequedad, por lo que hay que protegerla e hidratarla cada mañana sobre todo cuando se halla expuesta a las citadas agresiones climáticas.
Uno de los factores importantes de la sequedad de las pieles envejecidas es la carencia de ácidos grasos esenciales.
La limpieza de cutis se realizará con leches del tipo de pieles secas, las pulverizaciones después de la limpieza con agua termal resultan beneficiosas. Por la mañana se protegerá la piel con cremas ricas en aminoácidos grasos esenciales y protectores solares si precisa, por noche hay que aconsejar una crema nutritiva con principios activos adaptándose al tipo de piel.
El control de la sequedad excesiva, deshidratación y descamación se consigue con la prescripción general de vitamina A, C, K y E complementada con hierro y aminoácidos.
Extractos vegetales
La duplicación celular y la posterior evolución de cada célula se regula por un sistema complejo de factores que van actuando activando o inhibiendo el desarrollo celular. 1os factores de crecimiento que se conocen más antiguamente son del reino vegetal: citoquininas, auxinas, giberilinas, ácido abscísico y el gas etileno. Todas ellas son moléculas pequeñas que atraviesan fácilmente la pared celular actuando específicamente en su interior.
—Las giberilinas son hormonas vegetales que promueven el crecimiento y que fueron aisladas por primera vez en 1938.
—El ácido abscísico es una sustancia vegetal que acelera el crecimiento, se ha encontrado en las hojas de rosal, coles, patatas, limones y aguacates.
—El gas etileno se encuentra en los frutos en estado de maduración.
—Las citoquininas son conocidas desde hace muchos años y se describen como un conjunto de sustancias que, en conjunción con otros factores, sirven para regular el crecimiento celular. Son en general derivados adenínicos y capaces de realizar las siguientes funciones: movilizar los nutrientes hacia las zonas adecuadas para el crecimiento, aumentar las conexiónes vasculares, aumentar la síntesis proteica y mantener el proceso catabólico dentro de los límites normales, siendo un factor importate para retrasar la senescencia. En dosis dependiente, es decir a dosis excesivas conduce a estados atróficos.
—Las auxinas son igualmente conocidas pero su actividad no es tan específica, sino que son más de tipo complementario.
—Las saponinas esteroidales y triterpénicas han sido utilizadas a lo largo de los siglos. Los estratos de semillas de castaño de indias por su actividad antiedematosa, antiinflamatoria, vasoconstrictora y vasoprotectora ha sido ampliamente utilizada. El estrato de regaliz, reepitelizante por su contenido en glicintetínico también ha sido utilizado para la cicatrización de las heridas, igualmente que la centella asiática se utiliza desde el siglo pasado por su capacidad de regenerar el tejido dérmico.
—El ginseng se utiliza como freno de la degeneración celular y de su estudio farmacológico se deducen actividades estrogénicas.
—Los insaponificables, producto natural potente hidratante y estimulante del metabolismo celular por lo que mejora la tersura y flexibilidad cutánea. Ejerce un papel protector frente a las agresiones externas estimulando el metabolismo de los fibroblastos y del colágeno aumentando la relación colágeno soluble/colágeno insoluble, estimulando la síntesis de colágeno nuevo y fibroblastos, modificando de esta forma las características biomecáncias de la piel es decir aumentando la elasticidad cutánea.
—Los antocianósidos, los primeros utilizados fueron los contenidos en el mirtilo, son capaces de proteger a las fibras de colágeno de la acción de las colagenasas, de ahí su utilización en el tratamiento y prevención del envejecimiento cutáneo.
Factores de origen animal
—A partir de la segunda mitad de este siglo se han detectado factores de origen animal que estimulan el crecimiento celular el más importante es el factor de crecimiento epidérmico (EGF). Este factor de naturaleza glicoprotéica estimula las células epidérmicas activando la síntesis de DNA y regula el flujo metabólico. Muy efectivo para acelerar la cicatrización.
El factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF) induce a la duplicación celular y retrasa el envejecimiento. También favorece la producción de fibronectina y colágeno.
—Colágeno y elastina, son proteínas que se encuentran formando parte de la estructura del tejido conjuntivo cuya función es de sostén de la dermis. Asociados a otros elementos importantes como lipoproteínas, proteoglicanos y los glicoaminoglicanos que hacen mantener la turgencia de la piel, el colágeno su solidez y las fibras elásticas su elasticidad.
Por lo tanto la incorporación del colágeno y elastina a las cremas nutritivas tiene como finalidad proporcionarle firmeza y elasticidad a la piel.
—Liposomas, son microesférulas cuyo objetivo es transportar principios activos a su lugar de destino, su estructura fosfolípida le confiere una total afinidad con la piel y una extrema suavidad. Fabricados a partir de sustancias de origen antural (lecitina y colesterol) y de estructura muy parecida a las membranas citoplasmáticas, penetran en el estrato córneo, infiltrándose preferentemente en los canículos de los espacios intercelulares para dirigirse a las células deseadas. Una vez los liposomas han llegado a la barrera de permeabilidad se libera el principio activo encapsulado, siendo estos aminoácidos, sales minerales, lípidos, glúcidos, vitamina A, E, y miopéptidos aislados de proteínas naturales que actúan sobre el crecimiento y oxigenación celular. Estos principios activos se vierten a las células ejerciendo su acción específica y la envuelta será biodegradada por sistemas enzimáticos o utilizado como sustrato lipídico.
—Antiradicales libres, originada en la teoría de los radicales libres que según ésta, contribuirían al envejecimiento lesionando progresivamente las membranas celulares y también interaccionando con las proteínas impidiendo de este modo, el papel estructural de las mismas. Estos radicales libres podrían ser inactivados por estas sustancias antioxidantes o antiradicales libres que aumentarían la vida media celular por lo que contribuirían al tratamiento de la pie senil.
—Estratos tisulares y glandulares seroalbúminas, fibronectina y kalicreína son formuladas usualmente en diversos preparados por su contenido en factores de crecimiento. Estos juegan un papel muy importante en la regeneración de los tejidos ya que aportar sustancias necesarias para la actividad celular: péptidos, aminoácidos, vitaminas, enzimas, oligoelementos, etc. Tienen una acción reparadora de superficie mejorando la tonicidad y estimulando a nivel epidérmico la reestructuración celular.
La fibronectina se ha demostrado con capacidad de aumentar el crecimiento celular, la movilidad de la célula y además de favorecer la epitelización.
La kalicreína, menos conocida es una enzima glicoprotéica que se obtiene del páncreas del cerdo, aumentando la permebealidad de las membranas y su capacidad de duplicación.
Vitaminas
Hay una amplia evidencia de que las vitaminas A, B, C, E, son absorvibles por vía percutanea, son utilizadas en la terapia local dermatológica y en la composición de diversos cosméticos destinados al tratamiento de la piel seca o senil, ya sea de la forma directa o por intermedio de aceites vegetales y animales ricos en ellas.
—Vitamina A o retinol tiene una acción local lubricante para la piel seca. Es sustituida en los preparados cosméticos por la privitamina A o caroteno. Se utiliza en forma de lociones o cremas, también tiene una acción comedolítica y queratolítica.
—Vitamina B, el alcohol del ácido pantoténico o pantenol, es absorvido por vía cutánea y mucosa, ejerciendo una acción estimulante sobre los epitelios. El complejo vitamínico B en su conjunto tiene una importante capacidad emoliente y plastificante de los tejidos, facilitando la nutrición y oxigenación celular.
—Vitamina C o ácido ascórbico se usa en cremas o por dielectrólisis como inhibidor de la función melánica. También se utiliza asociado a vehículos hidroalcohólicos que facilitan su absorción percutánea, actúa activando la síntesis del pre-colágeno en los fibroblastos, lo que conlleva un aumento del colágeno natural y por lo tanto una indicación para la piel en estado involutivo.
—Vitamina D, se encuentra frecuentemente asociada a la vitamina y E, acelera la cicatrización y tiene una acción antiseborréica.
—Vitamina E o tocoferol que se encuentra en el germen del trigo, su acción es antioxidante y reafirmante de los tejidos conectivos.
Exfoliantes
Son productos que provocan un discreto grado de inflamación, con aumento de la tensión y turgencia de la piel, disimulando por un tiempo las arrugas.
—El ácido retinoico en aplicación local podría ser un tratamiento de elección. Asociado a cremas hidratantes no comedogénicas y utilizado a concentraciones bajas, aumentando progresivamente concentración, hasta conseguir una ligera irritación cutánea adaptándose a los requerimientos individuales. El tratamiento es de larga duración observándose sus efectos al cabo de algunos meses.
—El peróxido de benzoilo también se ha propuesto como alternativa en el tratamiento de la piel senil por su acción irritativa y posterior repitelización.
Los pliegues cutáneos y la laxitud suelen mejorar con la mesoterapia al mejorar la circulación superficial y profunda, estimulando las estructuras musculares. El ejercicio físico siempre contribuye al mantenimiento muscular.
La hidratación y nutrición de la piel puede efectuarse por medio de múltiples preparaciones y tratamiento de las pigmentaciones y las lesiones cutáneas serán subsidiarias de consulta médica con tratamiento médico/quirúrgico aconsejado por el facultativo.
El hecho de disponer de este conjunto de técnicas y principios activos hace que todo lo que se refiere al tratamiento del envejecimiento cutáneo, ciencia ficción hasta hace pocos años, pueda ser considerado hoy bajo el prisma de una cierta esperanza.
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